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18 de julio de 2011

Palabras Peligrosas

Comenzaré con una cita:

 Las palabras y la magia fueron, en un principio, una y la misma cosa, e incluso hoy las palabras conservan gran parte de su poder mágico. Por medio de las palabras, uno puede brindar a otro la mayor felicidad o traerle la mayor desesperación; por medio de las palabras, el maestro imparte su conocimiento al estudiante; por medio de las palabras, el orador arrastra a su audiencia y determina sus juicios y decisiones. Las palabras apelan a las emociones y constituyen, de manera universal, el medio por el que influimos en nuestros congéneres

Tomada de Freud, nos da a entender que las palabras tiene un efecto poderoso en las mentes de las personas, siempre y cuando las sepamos usar correctamente.
Por lo tanto he aquí 3 ejemplos importantes:

1ª. PERO:

“Pero” es una conjunción adversativa y, al igual que “sin embargo”, “mas” o “no obstante”, niega todo lo que la precede. Digamos que el “pero” anula todo lo anterior y pone el énfasis en lo que viene después. Es probable que ya hayas comprendido lo que quiero decir pero… voy a ilustrarlo con un par de ejemplos.
Supongamos que un jefe ve el trabajo que hace su empleado y comprueba que éste ha cometido un grave error. El jefe puede dirigirse a él de cualquiera de los siguientes modos:
  • “Eres un gran empleado, pero has cometido un gravísimo error y espero que tomes nota”.
  • “Has cometido un gravísimo error y espero que tomes nota, pero eres un gran empleado”.
Evidentemente -espero que lo sea- en el primer caso el jefe ha puesto especial énfasis en el error que el empleado ha cometido. Podríamos decir que dirigió el foco de luz hacia el error, ensombreciendo la buena trayectoria del empleado. En cambio, en el segundo caso, el jefe corrigió al empleado y lo emplazó a tomar nota de su equivocación, haciendo hincapié en su buena trayectoria.
Parecen sutilezas pero… no lo son. Lo veremos mejor con otro ejemplo. Supongamos ahora que alguien nos invita a una fiesta de cumpleaños y que no podemos ir. Podríamos responder
  • “Me gustaría ir pero no puedo”.
  • “No puedo, pero me gustaría ir”.
Si la persona que nos invita oye la primera oración, tan pronto escuche el“pero” sabrá que no iremos a su fiesta. En cambio, en el segundo supuesto, le habremos dado la vuelta a la tortilla -y a la situación-, recalcando nuestro deseo, lamentablemente irrealizable, de asistir a esa fiesta.
Creo que el “pero” es una palabra que, como digo tiene sus peligros, pero… eso no significa que no podamos o debamos usarla. Simplemente tenemos que saber cómo para, de ese modo, sacarle el mayor partido.
2º. SI:

El “si” es una conjunción condicional y, como tal, expresa una condición: “si lees este blog, aprenderás hipnosis”. Eso supone que puede ser que lo leas o puede ser que no y que, dependiendo de lo que hagas, aprenderás -o no- algo sobre la hipnosis conversacional.
El si, por lo tanto, presupone la posibilidad de que la condición no se cumpla y eso, en no pocos casos, evidencia la debilidad de nuestro mensaje:
  • “Si firmas, harás un gran negocio”, dice el vendedor.
  • “Si acabas los deberes, iremos al parque”, dice el padre.
  • “Si salimos hoy, podemos ir al cine”, dice la novia.
¿Alternativas al “si”? El “cuando”, que presupone que la condición se cumplirá en algún momento posterior
  • “Cuando lo compres, harás un gran negocio”, dice ahora un vendedor seguro de sí.
  • “Cuando acabes los deberes, iremos al parque”, dice un padre convencido.
  • “Cuando salgamos, podemos ir al cine”, dice la novia que tiene ya las entradas.
Si queréis, podéis tomar en consideración esta advertencia sobre el “si”. Y cuando lo hagáis, descubriréis qué poderoso es el lenguaje y cómo, en ocasiones, una palabra dice más de lo que nosotros mismos queremos decir.
3º. INTENTAR:
“Intentar” algo presupone la posibilidad de conseguirlo o no. Presupone, en suma, la posibilidad del éxito, pero también la del fracaso. Por eso es una palabra peligrosa…
Si te animo a intentar intentar leer este blog todos los días para aprender mucho sobre hipnosis, estoy diciendo -o pensando- que quizá lo leas o quizá no. Y que si lo lees, aprenderás. Pero que también cabe la posibilidad de que no consigas leerlo todos los días -por falta de tiempo, de ganas o por cualquier otro motivo…-.
¿Alternativas al “intentar”? Intentaré buscarlas… No, en serio, las hay: en lugar de decir “intentaré hacerlo” podemos decir “pondré todos los medios para hacerlo”. Y en lugar de decir que “intentaré escribir un post en los próximos tres días” puedo decir que “trabajaré sin descanso para escribir un post en los próximos tres días”.

Para un buen comunicólogo es importante aparte de la ortografía, conocer y adecuar las palabras exactas a la hora de decir o escribir un artículo, ya que el mensaje bien no podría ser lo suficiente mente claro para el receptor.